EL LAVANDA DIGITAL VESTIRÁ LAS REDES ESTE 2023

El lavanda digital se impone dentro de las tendencias cromáticas para convertirse en el color del 2023, según dictamina el portal WSGN. 

Ese tono pastel, suave y etéreo que podría entrar dentro del imaginario dosmilero y/o nostálgico del “barbiecore”, representa toda una “declaración de esperanza, positividad, serenidad y equilibrio que puede transmitir una mezcla de imaginación, creatividad, pero también un optimismo cauto y el escapismo que la gente busca en tiempos difíciles como los que estamos viviendo”, según expresa Clare Smith, estratega del color en WGSN. 

Se trata de un color que lleva siendo tendencia desde hace varios años, atravesando eras y fluctuaciones dentro del sistema para tener su génesis viral en 2021. El morado fue uno de los colores que más rápido se subió a los desfiles de FW21/22, para posteriormente sustituirse por un tono más frío como el lavanda digital que fue aumentando su popularidad desde entonces, hasta elevarse con un 61,6% para las colecciones Primavera/Verano 23′. 

THE DIGITAL LAVANDER REVOLUTION 

TikTok, como la plataforma donde nacen y mueren las tendencias efímeras, proyecta toda esta realidad a través de conceptos estilísticos como “how to style lavander”, que ya cuenta con un archivo digital de cientos de vídeos de moda. Pero este color no sólo vive del ámbito sartorial en sí, si no también de otras esferas como la de la belleza, tanto en el campo del nailart como en vídeos de makeup protagonizados por el colorete morado (#purpleblush), que ya cuentan con 41,5 millones de visitas. 

En este sentido, el lavanda digital está coloreando la cultura y el arte, hasta llegar a adentrarse en la alfombra roja con infinidad de looks, como si se tratase de un despliegue colectivo de campos de lavanda, que han llevado a cabo celebrities como Kelay Cuoco o Simone Ashley. 

Toda esa influencia se ha canalizado en la alta moda a través de propuestas de firmas como Sportmax, yuxtaponiendo faldas y pantalones estilo enagua, o la de Tibi, que lo alternó en vestidos slip y maxi-blazers. Ese tono se también se ha modificado en base a acabados metalizados por parte de Brandon Maxwell, mientras Vernoica Beard lo combina con el verde lima en forma de traje coordinado. Cecilie Bahnsen, en cambio, adentró la tonalidad en su universo romántico y vaporoso que también reinterpretó Blumarine a través de sus códigos Y2K, así como Victoria Beckham en una propuesta de vestidos sinuosos y asimétricos llenos de transparencias
 

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