adidas Superstar: Vuelve la zapatilla más icónica de todos los tiempos.

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Nacieron en los 70 con vocación puramente deportiva y pronto alcanzaron el estatus de icono en el street wear. La hemos visto reinventarse en la calle una y otra vez y ahora, en 2015, la Superstar de adidas regresa de la mano de cuatro estrellas del mundo de la moda, la música y el deporte: David Beckham, Rita Ora, Pharrel Williams y Damiam Lillard. Cuatro iconos que reflexionan sobre qué es ser una Superstar y un lema: "No es lo que crees que es". 

Los cuatro iconos nos cuentan que ser una Superstar no es que hablen de ti, que te conozcan por tu nombre, ni que gente que nunca conocerás te diga que eres especial. Una Superstar no busca el elogio. Una Superstar lo hace por pasión, no por la gloria. No se trata de escoger el camino fácil. No se trata de que tu nombre aparezca en una camiseta, una bandera o en el tatuaje de un fan. No se trata del número de visitas, "me gusta" o compartidos que tengas. No se trata de llenar estadios o agotar entradas. Sino de recuperar su significado original. 
 

DE LOS 70 A HOY 

Éxito en el baloncesto profesional en la década de los 70 gracias a ser sumamente ligera y cómoda, fue inmediatamente adoptada por la gran mayoría de jugadores de la liga americana de basket. La época dorada de la Superstar llegó en los años 80, cuando las zapatillas se convirtieron un vínculo entre el Street Style y el Hip-Hop. 

Llegaron los B-Boys de Nueva York, con su estética hip-hop, y las zapatillas deportivas nunca volvieron a ser solo para los atletas. El ser europeas les daba además ese toque cool frente a las marcas americanas. Cuando los míticos Run-DMC empezaron a llevar cadenas de oro, abrigos de cuero y las Superstar sin cordones, estaban forjando sin saberlo el dress code más auténtico del rap. La inclusión de su tema “My adidas” en su LP bestseller “Raisin Hell” –y su presentación en el Madison Square Garden- fraguaron una relación con adidas nunca antes vista en la historia del espectáculo. 

Mientras tanto en California resurgía la escena streetwear, y de nuevo la Superstar estuvo en pies de DJs, patinadores y artistas de manera omnipresente. En Tokio fue la cultura otaku la que adaptó la Superstar como su seña de identidad, mientras que en Londres pocas eran las noches en las que no se veía una Superstar entre los clubes de acid jazz más alternativos o las discotecas de moda. Así fue como se agrandó la leyenda de la Superstar y se situó en la cumbre del estilo Street. 

Cuatro décadas después, la Superstar ha sabido mantenerse auténtica y fiel a sus orígenes, sin verse influenciada por el paso de las modas y tendencias. Con sus tres bandas y su punta redondeada, sigue siendo un referente deportivo y es, además, un artículo de culto e historia para los amantes de la moda. Larga vida a las Superstar.
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